A través de Thomas Merton, el monje trapense y su intenso acercamiento a la filosofía oriental, nos fue posible hallar a tal vez el filósofo chino más destacado del Taoismo, Chuang Tzu, quien sería el divulgador de la figura legendaria de Lao Tzu.
Por intermedio de Chuang Tzu, el busdismo se transformó en China, en la doctrina conocida hoy por su denominación en japonés: el Zen.
Hemos extraído una narración de los escritos recopilados de Chuang Tzu llamado "El Gallo de Pelea":
Chi Hsing Tzu, era el entrenador de gallos de pelea que servía a las órdenes del rey Hsuan.
En determinado momento, se ocupaba entrenando a un ave magnífica por quien el el rey no cesaba de preguntar si estaba lista para debutar combatiendo.
El entrenador le dijo: "Aún no". "Está dispuesta a pelear, llena de fuego, como un ave cualquiera. Confía en su fuerza por la vanidad que le domina.
Varios días después, ante un nuevo requerimiento del rey, el entrenador le contestó: "Aún no. Explota en cuanto oye cantar a otra ave".
Así pasaron los días y la respuesta era: "Aún no. Todavía adopta el gesto iracundo hinchando sus plumas".
En días subsiguientes, el entrenador respondió:" Ahora está casi listo. Cuando canta otro gallo, sus ojos ni siquiera parpadean.
Se mantiene inmóvil como un gallo de madera.
Es un luchador maduro.
Las demás aves lo mirarán una sola vez y echarán a correr".
De: "El Camino de Chuang Tzu", compilación de Thomas Merton.