"Los filósofos de la mente practican una especie de ciencia ficción de la Psicología"
"La Ciencia es lo que sabes. La Filosofía es lo que no sabes"
Bertrand Russell.
No podíamos dejar de lado, (en los acercamientos a la mente, la conciencia y el cerebro), la consideración de uno de los principales filósofos contemporáneos, como es John Searle. Doctorado en Filosofía en Oxford, es autor de "El redescubrimiento de la Mente".
Sostiene Searle que la conciencia que ostentamos algunos seres biológicos es producto de la evolución natural. Un objeto mental es preliminar en su existencia (conciencia de algo). La conciencia es emergente, nace del cerebro el cual es un sistema biológico con propiedades específicas. La conciencia es esencial para tener posibilidad de poseer estados intencionales. El ser humano traduce estas intenciones en acción. Las acciones de los otros, a su vez, nos informan sobre sus estados mentales conscientes. La conciencia actúa entre nuestras percepciones (entran en juego los sentidos) y nuestras acciones, permite en base a esto, controlar nuestro comportamiento.
Propuso experimentos de ficción (por ahora) como el de los "robots conscientes", donde quedaría puesta en evidencia una conciencia plena e independiente de la conducta.
Postuló tenazmente que "no hay comunicación sin el acto de habla".
Ese acto de habla está definido por las intenciones de quien se expresa. Un acto es una forma de comunicación linguística. Aquí trae el ejemplo del colchón de hojas. Así dispuesto en un sendero, solo es un acontecimiento natural. Si alguien las dispone de manera de obstaculizar el paso, conlleva una intención y ya "es un acto de habla". Este acto de habla o querer comunicar algo, es la actualización de reglas inconscientes y convenciones propias del lenguaje en el que nos expresamos. Por lo tanto, hablar una lengua es en definitiva un comportamiento que tiene reglas convencionales que iremos descubriendo después de haberlas aprendido inconscientemente. Lo que expresemos mediante el habla, tendrá un significado y lo esencial para Searle será la "intencionalidad" el trasfondo de esta concepción y especie de fuerza motriz.
La representación no podía quedar de lado ya que es imprescindible (entradas previas), para anticipar o concebir nuestras acciones.